Te lloraré
cuando el momento llegué lo haré
te honraré con mis lágrimas y en mi cuerpo quedará la salada marca de tu presencia
Lloraré aunque tu corazón no me quiso
aunque me abandone
aunque sólo tu cuerpo me recuerde
aunque el egoísmo nos corroa
Lloraré profundamente, desesperadamente,
enconadamente, deliberadamente tu ausencia.
Lloraré mis heridas, tus heridas, lloraré lo que perdimos.
Encontraré en el agua los significados que creí perdidos.
Los desearé y los crearé con barro, arena, arcilla y lágrimas.
Encontraré, desearé, crearé tu recuerdo y lo adornaré con agua de mar.
Cálidamente el agua en mi se colará por tus poros y no lo sabrás,
sentirás mis lágrimas recorrerte y nos las reconocerás.
Mi dolor se envuelve en una sonrisa dolorosa. Pensé encontrarte, pero no estabas. No fui.
Dejé que perdieras mi esencia, pero yo no te perdí.
Lloraré por los logros de tu ingenio,
por el amor que me diste y no sentí
por las certezas y dudas, lo explicito e implícito,
por la claridad que se coló por la ventana, por la noche que nos envolvió en aquél último beso.
De nuevo
Lloraré aunque tu corazón no me quiso
aunque me abandone
aunque sólo el recuerdo, de vos, me quede.
Del amor, de los besos
aunque solo tu cuerpo me recuerde
aunque el egoísmo nos corroa,
aunque el amor se quede en vela, esperando.