De la sangre de mí,
de los de aquí,
de los de allá.
Entre los vestigios de la roja escencia.
En medio de las células, todavía vivas, que recorren las calles,
que bañan los silencios y que esconden las verdades.
Verdades que se develan entre las finas lineas rojas,
líneas que ondulan y marcan caminos, que encuentran su fin en lágrimas;
en lágrimas que se asemejan a océanos rojos... lágrimas que crean oleaje.
Entre los vestigios de la roja esencia.
En medio de las células que todavía vivas recorren las calles muertas
y que bañan los silencios, y que esconden las verdades.
Entre calles y paredes salpicadas de sudor y roja sangre
aparecen las miradas y los recuerdos
En aquéllas y en estas veredas nos vemos:
oscuros personajes intespestivos.
Somos aquéllos que los hacen temblar,
oscuros de lucidez y decisión, es nuestra condena.
...y es nuestra promesa de victoria.
Nos convertimos en los condenados, por pecadores y osados.
Por disrruptivos, rebeldes... por no creyentes.
Nos convertimos en el futuro que acecha y amenaza.
Somos la fuerza avallasadora,
creadora de mundos;
el puente hacia la libertad.
como siempre un placer leerte. Me encantó este escrito! ^^
ResponderEliminar