miércoles, 4 de junio de 2014

Infeccioso

El plástico, azul y opaco, de manera casi instantánea dejó su marca sobre la piel. Perforó unas capas, las más cercanas a la dermis. Sólo una línea roja brotó, pero su presencia no fue percibida, sino hasta que el agua jabonosa se escurría entre las piernas morenas.

Las marcas de pies mojados hicieron su camino hasta la cama. Una vez sobre ella analizó la herida, parecía nada. Nunca pudo recordar como la obtuvo ¿Cómo no darse cuenta? ¿Por qué el ardor era tan intenso y penetrante? y el dolor inexplicable crecía. El aire seco las piernas y el toallón se hizo cargo del resto del cuerpo.

Yacía recostada...y se incorporó, pudorosa por el desnudo, pero la soledad la acobijo y la escondió de la vergüenza.

1 comentario: